10/9/10

Había una vez un Jairo llamado Niño


(este texto forma parte de Tributo a la alegría - ColorSusurro, homenaje a Jairo Aníbal Niño)

A Jairo Aníbal Niño, queridísimo poeta colombiano y niño.


Nació en una Ciudad Dulce de Colombia, más conocida como Moniquirá, el 05 de septiembre de 1941. Jairo tuvo múltiples y variadas ocupaciones: fue niño, adolescente enamorado, ayudante de mago, camionero, pescador de estrellas, titiritero, trapecista de reflejos, director teatral, dramaturgo, encantador de pájaros, actor, poeta y astronauta de los tiempos.

En realidad, Jairo no escribía, sino que los cuentos lo visitaban a él. Llegaban por la mañana con una flor bajo el brazo, o en noches de lluvia, tiritando de frío y de cuentos. Jairo los recibía muy amablemente, les decía: “¡hola cuentos!” y entonces las palabras flotaban por el aire como avioncitos de papel hasta aterrizar en el corazón de Jairo. A lo largo de los años, muchos cuentos y poemas peregrinaron hasta su casa. Pero Jairo no conservó toda esa magia para sí mismo, abrió puertas y ventanas, se quitó los anteojos, inspiró profundamente y sopló fuerte, muy fuerte, para que los cuentos-poemas-avioncitos viajaran por toda Colombia, y luego por toda América Latina, hasta llegar a los rincones más recónditos posibles: el bolsillo de un niño enamorado, un libro de matemáticas, una biblioteca de barrio o la espiral alada de un susurrador.

Según Jairo, en las profundidades de los tiempos, un grupo de niños decidió hacer una carrera hasta la luna. Aquél que llegara primero sería el hombre más feliz de la Tierra. Quizás Jairo se nos ha adelantado en esa carrera. Por eso, a la noche, y con un poco de suerte, al levantar la vista podremos divisar su cabellera blanca alejándose con rapidez en dirección a la luna.


antü |seis