21/4/09

clochard


a veces me siento como un clochard: sin hogar aparente ni rumbo fijo. Un vagabundo que observa - sin apego - a quienes lo rodean.
No sé por qué, pero para mí los vagabundos siempre existen en el presente. Los encuentro en algún banco de plaza, o soñando apretados contra un rincón, despojados del pasado, sin futuro aparente (el clochard de hoy es otro clochard mañana - o el mismo - , nuestra indiferencia los disuelve en un solo estereotipo). Y en ese mirarnos brevemente, el olviddo es mutuo e instantáneo. Yo sigo mi camino hacia ninguna parte, el se queda ahí. Está ahí, vive ahí. Quizá no tiene lugar donde ir ni donde volver. El es su propio lugar, su propio tiempo. Pero yo, en cambio, ¿adónde voy?¿de dónde vengo? Quizá soy yo el que anda a la deriva, entre tantas certezas.

2 comentarios:

P. dijo...

El transeúnte.

Paco Marzo dijo...

se desexisten.