5/11/09

Los rompenueces

y sí, seguimos con los cuentitos, vio (?)


Éramos pobres en esa época y no teníamos otra cosa que comer más que nueces. Aunque el nogal del patio las suministraba en abundancia, teníamos que pelearnos con los pájaros por ellas. Como teníamos imaginación, preparábamos una gran variedad de comidas: nueces tostadas, pan de nuez, sopa de fécula y nueces, turrón de nueces, nueces en almíbar, mermelada de nuez, licor de nueces; y así, hasta que la palabra nuez perdía sentido.


Cuando se nos rompió el cascanueces estuvimos en problemas y ya no pudimos pelar los codiciados frutos. Entonces pasamos hambre durante un par de días hasta que mi hermano tuvo una gran idea. El plan consistía en colocar cuidadosamente la nuez en el marco de la puerta y, acto seguido, cerrar la puerta con velocidad, fuerza y decisión. Salvando lo engorroso de recoger los pedacitos de cáscara esparcidos por todo el piso, la idea era efectiva. Y la pusimos en práctica de inmediato.
Desde el patio se escuchaban portazos y ruidos de cosas que crujían. Los vecinos debían pensar que discutíamos todo el tiempo, pero en realidad comíamos nueces.



antü | 27


5 comentarios:

Agos dijo...

Tan simple, que lo hace doblemente memorable... Me gustó.

Anónimo dijo...

cuando era chica las tiraba al piso o contra la pared, ya que no tenía fuerza para apretar el cascanueces.Ese es otro método efectivo =P
Muy bueno Anuar, me gustó
me encantan las nueces
(belen)

Anuar dijo...

mi papá, físico él, tenía el siguiente método: apretar una nuez contra otra pero en posiciones diferentes, como perpendiculares. Entonces una se rompía y la otra no. Además de comer nueces hacíamos torneos a ver cuál duraba más tiempo sin. Y a las "ganadoras" las dejábamos "sanas". Y sí, nos entreteníamos con eso, jeje.

me llaman Flor dijo...

Yo ya aprendí a romperlas poniendo dos en una mano, así como tu papá, bien acomodaditas, pero cuando era chica las ponía en el marco de la puerta (a mis viejos no les gustaba nada esa metodología, ahí fue cuando compraron un cascanueces que nunca usé).
Ah, muy bueno el cuento, me gusta mucho el final.

Anuar dijo...

Menos mal, pensé que era el único (además de los del cuento, cuac) que rompía las nueces poniéndolas en el marco de la puerta.. me siento más normal, un poquito no más