7/12/09

de un día para el otro

miro por la ventana, y los hombres-que-vivían-en-la-plaza ya no están. Han dejado un colchón; la espalda invisible que allí se hunde me grita que sí, que todo es precario y yo también.

2 comentarios:

natalia dijo...

que azul, este escrito, azul.

Anuar dijo...

Hazul, evanescente